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Nuestra santa religión existe para dar a conocer a cada ser humano el misterio de la Santísima Trinidad. Todo en nuestra fe está relacionado con el gran misterio de la Santísima Trinidad; por ejemplo: los Sacramentos, los ángeles, el Rosario, los salmos, y las oraciones de Fátima. La Familia refleja la Trinidad y es supremamente sagrada. Por eso el transexualismo actual es absolutamente abominable; es un ataque directo y terrible contra la Santísima Trinidad. En nuestro tiempo se está quitando tanta gloria a Dios y dirigiéndola al hombre. Sin embargo, ¡estamos llamados a dar gloria a Dios! El primer paso es [...]

Os exhorto a vivir los días no según el mundo, sino según el año litúrgico. Por ejemplo, este periodo es el origen de la novena, una forma privilegiada de rezar. Además, debemos pedir "Ven Espíritu Santo..." y rezar las tres oraciones principales de la Iglesia al Espíritu Santo. Pero rezar no es suficiente, hay que desprenderse de las cosas del mundo y confiar en la ayuda e intercesión de la Virgen María. El Espíritu Santo va al alma donde está muy presente la Santísima Virgen, su esposa, para unirse a ella y a realizar obras grandes.

¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Qué hace? ¿Y cómo debemos invocarlo? Él es espíritu de la verdad y de la caridad. Por nosotros mismos somos incapaces de conocer, enseñar y amar a la verdad. Debemos rezar: ¡Ven Espíritu Santo! Todos llevamos heridas en el corazón; Él viene a sanarlas.

Los mundanos se olvidan de la Navidad después del 25 de diciembre. ¡Pero la Navidad dura hasta el 2 de febrero! Durante esta témpora, concéntrese en la gran misión que Dios confió a Nuestra Señora. Nadie conoce a Jesús tan profundamente como su Madre. Nadie es guía o maestro más competente en la 'Escuela de Cristo'. Ella hasta vivió la vida misma de Cristo. Imitemos su ejemplo de meditar cada palabra, obra y detalle de su Divino Hijo. Sabed que el Ave María es una oración ejemplar de alabanza y petición que glorifica a Dios.

Debido a nuestra naturaleza humana, los signos exteriores nos impactan. Por eso el mundo es tan atrayente. Y precisamente por eso Dios nos da la gran belleza de la Navidad. No debemos apartar nuestra vista del rostro de la Virgen Maria ni de su Divino Hijo. Tener la mirada fija así tiene sentido exterior e interior. Queremos [1] obedecer a Dios; [2] complacer solo a Jesús; [3] aceptar la voluntad de Dios; y [4] solo desear a Dios.

Ponga su atención sobre la Oración Colecta de la Iglesia en general y hoy en particular. Rezamos por un aumento de la fe, la esperanza y la caridad. No podemos crecer en las virtudes teológicas por nuestros propios medios. Dios nos las promete y son Sus regalos gratuitos. Sin embargo, hay que hacer nuestra parte para merecerlos. También le pedimos a Dios que nos ayude a amar Sus Mandamientos. Con demasiada frecuencia, los hombres ven erróneamente la ley de Dios como una carga; sin embargo, es una expresión del amor divino.

El corazón inmaculado de María contiene en si toda caridad. Inculcando en nuestros corazones los cinco sentimientos principales de su corazón es la forma más básica de fomentar devoción al corazón inmaculado. [1] Horror por todo pecado. [2] Odio por este mundo corrupto. [3] La menor estima posible hacia uno mismo. [4] Reverencia por todas las cosas de Dios. [5] Amor a la cruz.

Esencial para el Mensaje de Fátima es la devoción y la reparación al corazón inmaculado. Consideremos este corazón santo y bellísimo: Nunca existió ni un momento sin amar a Dios. Siempre lleva dentro si los misterios de Dios y la pasión de su Hijo. Recibió las mismas heridas que Jesús sufrió en su cuerpo. Es fuente de vida, gracia y misericordia. Nuestra devoción debe seguir el consejo de San Juan Eudes: "guarda en tu corazón los sentimientos que hay en el corazón de Maria."

Está gran fiesta se trata de la felicidad, gloria y el poder con los que Dios corona la vida de la Santísima Virgen María. Consideremos dos lecciones: [1] La gloria que María recibe en el cielo corresponde a la vida que vivió en la tierra; será así para nosotros también. [2] Ella es nuestra reina y efectivamente tiene un poder infinito. Debemos acudir a María con el deseo de enmendar nuestras vidas.

El santo evangelio de hoy explícitamente nos dice que Nuestro Señor Jesucristo llora. ¿Por qué? Su pueblo lo rechaza. El mundo no deja de pecar. Mantén muy viva esta imagen en tu mente. Es para que respondamos en dos maneras: [1] Imitemos a Cristo; [2] Seamos más motivados para consolarlo (reparación).