Una forma de ser más devoto a la Virgen María es practicar la devoción a sus padres: San Joaquín y Santa Ana. La gloria de San Joaquín en el cielo y su intercesión ante Dios son proporcionales a su mérito y dignidad por haber sido elegido como padre de la Madre de Dios y abuelo de Jesucristo. Ahora bien, la gracia con la que uno muere corresponde a la gloria que tendrá en el cielo por toda la eternidad. Por lo tanto, una gran ventaja que tienen los que viven en la tierra es que pueden crecer en la gracia de Dios. Y cuanto más gracia posee un alma, más poderosas son sus oraciones. Crece en la gracia de Dios –¡cada día!– para que tus oraciones tengan mayor eficacia.
<< All Audio
DVRodriguez2025-10-06T17:32:02-04:00