Toda alabanza, acción de gracias y gloria sean dadas a Dios Espíritu Santo,
quien cubrió con su sombra a María, su Inmaculada Esposa, Madre de Dios,
y por quien el Verbo se hizo carne y nos fue dado el Salvador. Amén.

Toda alabanza, acción de gracias y gloria sean dadas a Dios Espíritu Santo,
quien descendió sobre los apóstoles y discípulos en el día de Pentecostés,
y se hizo el Dador de vida de la Iglesia, por cuya enseñanza nos da a conocer toda la verdad,
por cuyos sacramentos nos da la gracia, y por cuya guía nos dirige hacia el camino al cielo. Amén.

Toda alabanza, acción de gracias y gloria sean dadas a Dios Espíritu Santo,
quien al habitar en nuestras almas y cuerpos, santifica y consagra a Dios todo nuestro ser,
capacitándonos para pensar santamente y producir sus frutos divinos: caridad, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y
castidad. Amén.