La Santísima Virgen Maria invita a todos a entrar en la cueva de Belén para adorar al Niño Dios. La gran tristeza de toda la historia de la humanidad es que el ser humano rechaza a Jesucristo, prefiriendo al mundo, y no rinde ni fe, ni amor, ni adoración a Dios. Pero de todos modos, en el momento en que Él nació, recibió la adoración perfecta - de la Virgen María. La adoración verdadera es externa e interior. La Santa Misa, y en particular, la Santa Comunión, son momentos importantísimos de adoración. Si realmente creyéramos, cambiaríamos totalmente nuestras vidas. Roguemos por la gracia de la fe y adoración verdadera.
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DVRodriguez2021-01-26T09:05:58-05:00