Sin duda, la voluntad de Dios es nuestra santificación. Dios es santo y Él llama y sus hijos a ser santos como Él. Ahora bien, Cristo es la fuente y causa de santidad y Jesucristo está más presente en la Santa Misa y en la Virgen Maria. Por lo tanto, estos son dos grandes medios que Nuestro Señor nos da para alcanzar la santidad. Imitando a San Pablo, nuestra meta debería ser "no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí." Y esto se manifiesta más perfectamente en la Virgen María.
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DVRodriguez2020-02-09T14:52:21-05:00